Adrián Ambrosio 
10/10/2022 Muchos de los que no se dedican a la aviación, tienden a decirnos aquello de «pero si no te puedes cansar… si vas sentado todo el día… le das al piloto automático y listo».
Los que nos dedicamos a la aviación sabemos de sobra que eso no es así…
En verano hay jornadas a veces maratonianas cercanas a los límites de actividad, rondando en ocasiones las 12 horas de actividad al día (“media jornada”, que lo llamaría alguno 😂). Tener momentos de descanso y desconexión física y mental es un recurso importante para poder aguantar en las mejores condiciones.
Los que nos dedicamos profesionalmente a la aviación, el pasado verano hemos vuelto a volar a un ritmo que el cuerpo lo nota bastante.
Si realizas vuelos con dos pilotos, de una hora de duración o más, es interesante turnarse para realizar microsiestas si lo crees necesario.
¿En qué consiste una microsiesta en vuelo?
Las microsiestas son pequeñas recargas de energía. Son unos minutos en los que nos permitimos cerrar los ojos, descansar y destensar el cuerpo. Y liberar la mente del estrés que nos genera el volar. Un pequeño momento de liberación que nos recarga con la energía suficiente para afrontar mucho más frescos la siguiente fase del vuelo: aproximación y aterrizaje.
Su duración puede ser variable, pero debe rondar los 15-20 minutos. Tampoco debe ser mucho más amplia, puesto que esto nos puede generar un poco de somnolencia o aturdimiento al despertar. Como en alguna de esas siestas de verano…
Te aconsejo que trates de encontrar una posición cómoda. Que te aisles lo más posible del ruido, ya sea con cascos con atenuación, tapones, etc… Y si lo tienes a mano, un antifaz para evitar la luz. Te ayudará a descansar la vista.
¡No te obsesiones con dormir!, sencillamente trata de cerrar los ojos y de relajarte un poco. Si logras dormir unos minutos te sentirás con más energía al despertar. Pero si no logras dormirte, tamién obtendrás resultados beneficiosos, como relajación muscular, descanso de la vista, y rehidratación en los ojos. Y mentalmente liberarás parte de ese estrés de la operativa.
Descanso controlado en vuelo
Siempre que se haga un “descanso controlado” en vuelo, el piloto que se queda a cargo del avión debe permanecer en total vigilia, mientras el compañero descansa. Al menor síntoma de somnolencia debe despertar al piloto dormido. Además se debe establecer un protocolo de control por parte de los TCPs, para que contacten con la cabina de vuelo cada pocos minutos y comprobar que todo va bien.
Si lo crees conveniente, pide a tu compañero que te despierte en un tiempo u hora determinada. Y por supuesto, siempre ofrece a tu compañero que pueda descansar igual que tú.
