El artículo analiza 50 casos de incapacitación de pilotos que ocurrieron en aviones estadounidenses entre 1993 y 1998
Desde los primeros tiempos de la aviación se conocen casos de incapacitación de los pilotos a bordo. La reducción de la aptitud de un tripulante por debajo del nivel necesario para cumplir su trabajo con seguridad puede ser «evidente», cuando no ofrece duda a quién la padece o la presencia, y «velada», cuando su manifestación no es tan clara e incluso puede pasar desapercibida.
En términos generales, es poco frecuente a bordo de los aviones comerciales. Pero su peligrosidad hace que nuestra curiosidad no decaiga ante los sucesivos estudios que se van publicando. A continuación, presentamos los datos resumidos de 50 casos de incapacitación sucedidos en aviones de EE.UU. entre 1993 y 1998, recogidos por Dejohn, Wolbrink y Larcher en el Flight Safety Digest.
Frecuencia y accidentes
En sus estudios, detectaron 39 casos de incapacitación total y 11 parcial, lo cual conlleva una tasa de 0,04549 por 100.000 horas voladas. Ocurrieron en 47 vuelos de un total de 54,3 millones de vuelos correspondientes a dicho período.
Aunque no se produjo ningún accidente debido a incapacitación total, sí que se registraron dos accidentes por deterioro parcial: uno por fallo visual en aproximación y otro por fatiga (en los 217 accidentes computados por la FAA). Todos los accidentados eran pilotos masculinos y los datos indican un incremento de las incapacitaciones, a medida que la edad del piloto se acrecenta.
Causas médicas de la incapacitación en vuelo
Hubieron 39 casos ciertos de incapacidad total, 11 se debieron a pérdida de conciencia, 7 gastrointestinales, 6 neurológicos, 5 cardíacos y 3 urológicos. De los once casos de pérdida de conciencia, la mayoría se produjeron por síncope. Que afectaran al sistema digestivo, dos fueron cólicos debidos a litiasis biliar, dos por gases, dos por intoxicación alimentaria y uno por diarrea.
De los 6 casos neurológicos, cinco se produjeron por convulsiones. Casi todos los casos cardíacos tuvieron su origen en cardiopatía isquémica (3 infartos fatales, 1 angina inestable y 1 espasmo coronario). La litiasis renal fue la causa de todos los casos urológicos.
De los 11 casos ciertos de incapacidad parcial, 4 fueron alteraciones respiratorias, 2 por fatiga, 1 por problemas de visión, 1 cardíaco, 1 digestivo y 1 enfermedad infecciosa. Es de resaltar que 3 de los casos respiratorios se dieron durante el rodaje con un DC-8, debido a intoxicación por CO al transportar hielo seco en la bodega.
Muerte a bordo
Cuatro pilotos murieron a bordo debido a la incapacitación, con una media de edad de 53 años, todos por causa cardiológica: 3 por infarto y 1 por arritmia. Dos de los tres pilotos infartados tenían historia conocida de cardiopatía isquémica. La seguridad del vuelo se vio seriamente afectada en un caso de infarto del copiloto que se desplomó sobre los mandos.
Seguridad de vuelo e incapacitación del piloto
No hay duda de que la seguridad se ve afectada negativamente ante cualquier suceso médico que le suceda a un tripulante. Sin embargo, se consideró que realmente se vio afectada cuando hubo peligro evidente de accidente debido al evento médico. Hubo afectación en 7 vuelos, dos de los cuales terminaron en accidentes.
Desvíos de ruta por incapacidad
De los 39 casos de incapacitación total, 19 fueron desviados a otro aeropuerto distinto del original en el plan de vuelo. En 3 de los 19 casos, el piloto no sobrevivió, mientras que en los otros 3 casos desviados de los 11 con incapacidad parcial, sobrevivieron todos.
Conclusiones
Los autores concluyen que las incapacitaciones médicas de los pilotos son muy extrañas, y mucho más aún la muerte de un piloto a bordo o que se produzca un accidente aéreo por este motivo. Afortunadamente, en los seis años que abarca el estudio y tomando como base cerca de 86 millones de horas voladas, no hubo que lamentar ninguna víctima entre los pasajeros.