Adrián Ambrosio 
09/05/2023 
He tenido la inmensa suerte de dar cientos de paseos y bautismos durante mi etapa de instructor. Y he podido dárselos a todo tipo de gente: desde niños hasta jubilados.
Los bautismos de vuelo pueden ser no sólo un gran regalo para ti. También una forma muy útil para comprobar si te ves el día de mañana dedicándote a esto.
Porque los que no tienen cerca a nadie relacionado con la aviación, probablemente no han podido experimentar qué se siente al pilotar un avión, o tan siquiera estar sentado en el puesto del piloto. Como me ocurrió a mi.
Es por ello que el bautismo puede ser una prueba de fuego para que puedas descubrir si esto es o no para ti. Y aunque el bautismo tampoco va a ser un elemento determinante, te va a ayudar a saber si volar te produce esa sensación mágica que nos produce a los que nos apasiona volar.
Pero cuidado, dependiendo del lugar, del avión y en una gran medida del instructor que te lo dé, la experiencia puede cambiar mucho.
En cualquier caso, trata de disfrutar y de saborear cada minuto. Imagínate acelerar en el despegue, elevarte en el aire y ver cómo el mundo a tu alrededor se hace más pequeño.
Puedes experimentar maniobras emocionantes y, si tienes suerte, incluso puedes tener la oportunidad de tomar los mandos por un momento. Desde el ascenso hasta el aterrizaje, cada minuto de un bautismo es una experiencia única que te permitirá descubrir si estás destinado a ser piloto.
Bautismo de vuelo para aprender a volar
Además de ser una experiencia única, el bautismo también puede ser una gran oportunidad para aprender. No sólo tendrás la oportunidad de conocer de primera mano cómo se siente volar. También podrás aprender sobre aerodinámica, controles de vuelo y navegación aérea.
El instructor que te dé el bautismo probablemente será un instructor de vuelo experimentado. Estará encantado de responder a cualquier pregunta que tengas sobre el mundo de la aviación.
Y no sólo eso, si después de experimentar el bautismo decides que estás interesado en convertirte en piloto, el bautismo es un gran punto de partida. La mayoría de las escuelas de pilotos ofrecen bautismos. Una vez que hayas tenido tu primera experiencia, podrás seguir adelante y comenzar a considerar la posibilidad de hacer un curso para convertirte en piloto.
