Durante los meses de calor, estos molestos insectos, nos pueden provocar grandes quebraderos de cabeza en nuestras operaciones.
Un insignificante insecto puede provocar un aterrizaje de emergencia, o incluso un accidente.
Puede parecer absurdo, pero si estás aún en tierra y tienes a bordo alguno de los insectos que te he dicho, mi consejo es que te detengas. Trata de echarlo antes de despegar, puesto que en el aire va a ser más complicado o incluso imposible.
Estos «pasajeros» no deseados, pueden provocar distracciones, molestias, picaduras, alergias, etc… Algo nada apetecible mientras estás volando.
En tierra, pueden provocar la obstrucción de las tomas de presión, tubo pitot, toma estática, entradas de aire, etc…
Las avispas sobre todo, son especialmente rápidas en crear pequeños nidos de barro, que provocan estas obstrucciones. Si en verano vas a dejar el avión más de 30 minutos parado, mi recomendación es que pongas las fundas de protección y el avión cerrado. Es preferible el calor a tener a estos peligrosos insectos dentro.
La tripulación del A330-300 del avión malasio no detectó que estaban puestas las fundas de tres tubos pitot en el chequeo prevuelo. Sorprendentemente la tripulación técnica tampoco lo detectó durante la escala, y despegaron sin velocidades.
Otros riesgos volando con insectos
Si eres alérgico, ten especial cuidado. Lleva siempre algún antihistamínico encima y si te pican y no te encuentras bien, no lo dudes, aterrizaje de emergencia en un lugar seguro.
Las abejas, aún siendo las más grandes y ruidosas, probablemente sean las menos proclives a atacar, sólo lo harán para defenderse. De modo que con facilitarles la salida, probablemente se vayan sin dar más problemas. Este no será el caso con el resto de insectos…
Durante mis primeros meses en mi primera aerolínea, volaba desde Marsella, y recuerdo la plaga de mosquitos que allí había. Algo completamente disparatado, yo mataba cada mañana dentro de cabina unos 20- 30 mosquitos. Y por supuesto no los mataba todos. Al final acababan picándonos durante el vuelo en piernas, cara, brazos, cuello y cualquier lugar por donde se pudieran colar… aterrizaba con unas 10 picaduras, era una locura.
El querer matar a un mosquito crea ansiedad, estrés y una distracción importante. Por eso, ten claro, cuándo y cómo vas a intentar acabar con él.
Si vuelas en lugares donde hay plagas de alguno de estos insectos, rocía toda la cabina con insecticida media hora antes de volar, dejando todo bien cerrado. Después vuelve y abre unos 5 minutos todo para airear la cabina y que el insecticida no te afecte a ti.