En la aviación, queda poco margen de improvisación. Pero eso no significa que no podamos aplicar “ideas creativas” e inventar pequeños artilugios para el vuelo.
Cuando comencé a volar ultraligeros una de las cosas que más me llamaban la atención era la ausencia del horizonte artificial en muchos aviones.
Si bien es cierto que este instrumento está sobre todo destinado a la navegación IFR, también lo es que para la navegación visual. Y para el aprendizaje de alumnos piloto es muy útil a la hora de practicar virajes y otras maniobras.
La maniobra de viraje requiere al alumno establecer un alabeo con una cantidad concreta de grados y después mantenerlo con referencias visuales. Esta maniobra puede ser muy exigente, especialmente al principio de la formación.
Analizando este asunto, descubrí que con una simple botella parcialmente rellena de líquido, siempre que la botella fuese transparente, podía crearme de un modo sencillo, barato y a la vez muy práctico un horizonte artificial con el que ayudar a mis alumnos a realizar los virajes y a tener conciencia de su posición de morro en el espacio.
Especialmente en la aviación ultraligera, las ideas, inventos, artilugios y “chismes” que se utilizan es muy variado, siendo muchos de dudosa utilidad. Lo cierto es que de vez en cuando se encuentran pequeñas perlas de la ingeniería que pueden facilitarnos la vida e incluso aportarnos más confort o seguridad.
Inventando en todos los aviones
En la aviación general y sobre todo en la comercial, el margen de innovación y mejora es por supuesto más pequeño. Pero no imposible.
Desde un pequeño gancho para sujetar las chaquetas en aerolínea, hasta un complejo rediseño de la cúpula de un ultraligero… La variedad de inventos, es muy amplia.
Pero no siempre los inventos salen bien. Especialmente si se aplican principios demasiado rudimentarios. Como sustituir los manguitos de un ultraligero por los tubos de un sistema de gas… A mi esto casi me cuesta la vida.
Antes de aplicar un invento, siempre es recomendable consultar a alguien con experiencia y conocimientos. Nos podrá aportar un nuevo punto de vista o plantear inconvenientes que a lo mejor nosotros no somos capaces de ver.
También es importante poner el artilugio durante un periodo de tiempo en “modo prueba” para comprobar su fiabilidad. Si es o no adecuado, si nos ayuda o no… etc.