Vivir y trabajar en China es una experiencia única, tanto a nivel personal como profesional. Si además la decisión de trasladarse a China se hace en familia, entonces la experiencia es mucho más completa.
BUSCAR CASA EN CHINA
Al llegar a Shanghai el primer reto que tuvimos que enfrentarnos fue el de encontrar piso. Aquí los precios de los alquileres no son baratos, y además es complicado encontrar apartamentos con tres habitaciones o más. Un apartamento de dos habitaciones bien situado cuesta por encima de los 2.000 dólares.
El precio del alquiler en ciudades distintas a Shanghai, como Shenzhen o Pekín es igualmente caro. Sin embargo otras ciudades de segundo nivel tienen precios muy asequibles. Aunque, por contra, estas ciudades no cuentan con una comunidad de expatriados, lo que hace la vida más difícil.
VIVIR SIN COCHE
En Shanghai el transporte es barato, si se compara con países occidentales. El taxi es el medio de transporte habitual para ir a trabajar y cuesta una tercera parte. Esta ciudad no está libre de los embotellamientos en horas punta, por eso el metro es una solución muy eficaz y una buena alternativa al taxi.
Vivir en China es olvidarse del coche en propiedad. La señalización está en chino, y la conducción por las ciudades es un verdadero caos. Habiendo alternativas tan eficaces y baratas como el taxi o el metro, no tiene sentido comprar un coche.
La vida en Shanghai, Pekín o Shenzhen es cómoda. Hay multitud de restaurantes internacionales y bares modernos. Las ciudades tienen una oferta enorme para el entretenimiento. Residiendo más de 20 millones de personas es normal que haya mucha oferta, y para todos los gustos.
HOSPITALES Y COLEGIOS
La oferta de hospitales para expatriados es muy completa, aunque son tan caros que para hacer uso de sus servicios hay que contar con un buen seguro médico internacional. Un seguro para toda la familia cuesta desde unos 5.000 dólares al año, con muy buenas garantías en gastos médicos.
Los colegios internacionales cuentan con instalaciones muy buenas, aunque no son baratos. La oferta es amplia y los niños pueden seguir el sistema británico, americano o el Bachillerato Internacional (además del liceo francés, el colegio alemán, etc)
CONOCER EL SURESTE ASIÁTICO
Sin duda alguna, uno de los aspectos más interesantes de vivir en China es poder viajar y conocer el este sureste asiático: Filipinas, Vietnam, Japón, Camboya, Tailandia… Son destinos que están a tiro de piedra y es una oportunidad única que no hay que dejar escapar.
La oportunidad de ver destinos exóticos del sureste asiático a tan solo 4 ó 5 horas de avión es única. Además China esconde algunos tesoros poco conocidos en el ámbito del turismo. Es una experiencia fantástica para los viajeros.
Algunos compañeros solteros trabajando en China aprovechan el commuting para viajar por la región, aunque la mayoría suele volver a su país los períodos de vacaciones. La morriña es algo inevitable, se echa de menos la comida, el clima y, como no, familiares y amigos.
LA EXPERIENCIA CHINA
La experiencia personal me ha enseñado que es muy difícil conectar con locales, las diferencias culturales con los chinos y la barrera idiomática son casi insalvables. Por otro lado la vida social en Shanghai es intensa. Nos movemos en círculos de “expatriados”, es decir familias occidentales de diversas nacionalidades venidas a China, para organizar quedadas y actividades en grupo.
El coste de vida varía mucho de una ciudad a otra. Shanghai es una ciudad cara, mientras que otras ciudades chinas pueden ser muy baratas (aunque con una oferta limitada para expatriados). A pesar del elevado coste de vida, la diferencia esencial con otros paises es la capacidad de ahorro que ofrece China.
Es una oportunidad única para aquellos que desean quitarse de encima una hipoteca, obtener el dinero para los estudios de los hijos o buscan capitalizarse de cara a la jubilación.