Al parecer, este tipo de avería no se considera un «no go»
MADRID (ELINDEPENDIENTE.COM)- Ocurrió durante la mañana del pasado 17 de octubre en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid). El teniente del Ejército del Aire Fernando Pérez Serrano, de la 65 promoción, fallecía tras estrellarse su avión, un caza F-18 del ala 12, a los 26 años de edad.
El accidente tuvo lugar durante la maniobra de despegue, por una pérdida de potencia del aparato, según confirmó posteriormente el Ministerio de Defensa. Las investigaciones realizadas tras el suceso confirmaron que uno de los motores de la aeronave no funcionaba correctamente.
Según ha podido saber El Independiente, uno de los mecánicos del Ejército del Aire comunicó al teniente Pérez que uno de los motores no funcionaba. Aún así, éste decidió coger el caza para iniciar un vuelo de instrucción habitual contando con que con el otro motor tendría suficiente para volar.
Este tipo de decisiones son habituales entre los pilotos, ya que el F-18 tiene dos potentes motores de doble flujo y con solo uno de ellos la aeronave puede volar sin problema.
El Ejército del Aire dispone en la actualidad de 85 cazas F-18 de las 96 unidades iniciales, ya que desde 1988 once aviones han sufrido accidentes.