Los pilotos del B-737 MAX de Lion Air fueron incapaces de diagnosticar lo que estaba sucediendo en cabina. Esto es lo que se desprende de las conversaciones registradas en el CVR del vuelo 610 recuperado en enero. En el accidente perecieron los 189 ocupantes del avión, en octubre de 2018.
La tripulación de Lion Air que pilotó ese mismo B-737 MAX en el vuelo anterior, experimentó problemas similares de control. Un tercer piloto sentado en el jump-seat de ese vuelo diagnosticó el problema y sugirió a la tripulación desactivar el sistema que provocaba el fallo. El avión aterrizó sin problemas en Jakarta.
LAS AEROLÍNEAS AMERICANAS RECLAMAN VOLAR EL B-737 MAX
Dennis Muilenburg, CEO de Boeing, dijo el pasado lunes que la compañía proveerá próximamente una actualización de software y “un entrenamiento específico para pilotos del B-737 MAX” dirigido a solventar situaciones similares a las del fatídico accidente de LionAir.
Mientras, el Department of Transportation ha reclamado que se audite la autorización del B-737 MAX por la FAA. Por otro lado el FBI ha iniciado una investigación por si hubieran responsabilidades penales.
DUDAS SOBRE EL ENTRENAMIENTO DEL COMANDANTE DE ETHIOPIAN
Ethiopian asegura que todos sus pilotos han completado el curso de diferencias del B-737 NG y el MAX. Sin embargo, a pesar de que EA tiene uno de los pocos simuladores del MAX, la aerolínea no ha negado la información del NYT de que el comandante fue entrenado en otro simulador.
Boeing diseñó un curso de diferencias del avión que inicialmente no incluía información del sistema de protección anti-stall MCAS. Tras el accidente de Lion Air, los sindicatos de pilotos criticaron a Boeing por la omisión de esa información. Los nuevos cursos incluyen información detallada del sistema MCAS.
A pesar de todo, a día de hoy los simuladores del B-737 MAX no están diseñados para simular los problemas del MCAS, según informa la propia Ethiopian Airlines.
CLARAS SIMILITUDES ENTRE LOS ACCIDENTES DE LION AIR Y ETHIOPIAN
Curiosamente, el Seattle Times informó hace una semana que el análisis de seguridad del sistema MCAS del B-737 MAX tenía “fallos cruciales”. Boeing realizó la mayoría de los análisis de seguridad, mientras que la FAA simplemente revisó los datos erróneos facilitados por el fabricante y certificó el avión, según este medio.
[…] Por su parte el conocido piloto Sully Sullenberger, experto en seguridad de vuelo, criticó el liderazgo y la independencia de la FAA. Al delegar el trabajo en los propios empleados del fabricante, se entra inevitablemente en un conflicto de intereses. Para Sully hay una relación “demasiado íntima” entre industria y reguladores. Y critica la falta de presupuesto por parte de las autoridades para hacer su trabajo. Cuando se detectó un problema de certificación en las pruebas del avión, Boeing desarrolló el MCAS para solucionarlo. Pero según Sully, no informó a los pilotos. “Para mitigar un riesgo, se ha creado otro mayor” El veterano piloto también ha responsabilizado a las autoridades aeronáuticas por autorizar tripulaciones con poca experiencia al mando de aviones con pasajeros. El copiloto del vuelo de Ethiopian acumulaba tan solo 200 horas de vuelo, por lo que el comandante se encontró solo para resolver una situación muy compleja. Lee también...B-737 MAX: dudas sobre el entrenamiento de los pilotos […]