piloto alcohol borrachoEl piloto Gabriel L. Schroeder, de 37 años, ha sido declarado culpable de intentar pilotar un avión bajo los efectos del alcohol. El piloto cumplirá 30 días de arresto domiciliario y deberá pasar un fin de semana en la cárcel. Después será puesto en libertad condicional y deberá acudir a un tratamiento contra el alcoholismo.

Ocurrió el 30 de julio de 2019 a las 10:30 de la mañana en Minneapolis-St. Paul International Airport. La policía del aeropuerto y los vigilantes realizaban comprobaciones aleatorias al personal de vuelo.

Al ser requerido por los vigilantes para que mostrara la cartera de vuelo, el copiloto Schroeder se mostró sorprendido y reaccionó de forma abrupta. Un supervisor de la TSA informó a Schroeder de que se estaba haciendo unas comprobaciones adicionales. Le pidió al piloto que colocara su cartera de vuelo sobre la mesa para la inspección.

seguro perdida de licencia pilotos

El piloto esquivó el control de seguridad

Pero la reacción de Schroeder fue contraria y dijo que «no estaba listo» para ser examinado. Dio media vuelta y se fue. El vigilante de la TSA informó a la policía de la reacción sospechosa del primer oficial, por si pudiera llevar algo prohibido en su cartera de vuelo.

Dos agentes intentaron localizar el piloto, pero sin éxito. Al volver al filtro de tripulaciones se encontraron con Schroeder, que estaba pasando el control. Al ser preguntado a dónde había ido, dijo que había vuelto al despacho de vuelo, donde había olvidado su iPad en el crew room. Según la denuncia, el piloto se mostraba «nervioso y poco fiable» y siguió su curso al avión.

En el despacho de vuelo informaron a los agentes que Schroeder se había dirigido a los lavabos y que no llegó a entrar en la crew room de Delta. En los lavabos se encontró una botella de litro y medio de vodka en la basura.

 

Los agentes hicieron pruebas de alcoholemia al piloto en la cabina
prueba de nistagmo de mirada horizontal

La prueba de Nistagmo puede detectar intoxicación etílica por el movimiento no lineal de los ojos

Los detectives entonces se dirigieron a la cabina del piloto, en un A321, donde ya se estaba embarcando al pasaje. Schroeder estaba sentado en el asiendo del copiloto introduciendo los datos del vuelo en la consola y conversando con el comandante. Al ver a los agentes, el piloto se puso nervioso y empezó a sudar, según el atestado.

Informó a los agentes que la última vez que consumió alcohol fue tres días atrás. Uno de los detectives informó al juez que el aliento del piloto olía a alcohol.

Schroeder negó haber ido al lavabo o que la botella de vodka encontrada fuera suya. Los detectives le hicieron una prueba de Nistagmo de mirada horizontal y detectaron una falta de persecución suave en ambos ojos. Se le hizo una prueba de aliento y dio un índice de alcohol en la sangre de 0,065% BAC (blood in alcohol content), tras lo cual fue arrestado y llevado a las dependencias policiales.

En la comisaría reconoció que abandonó el filtro de seguridad para deshacerse de la botella de vodka, ya que le resultaba embarazoso, y que la tiró en la basura del lavabo. También reconoció haber consumido alcohol la noche anterior, en su casa. Tras una analítica de la sangre se detectó un nivel de 0,027% a las 13:10. Según la extrapolación retrógrada el piloto tenía un nivel entre 0,04 y 0,08 cuando se encontraba en el cockpit.

 

La FAA exige a los pilotos no superar el 0,04% de concentración de alcohol en la sangre. Y deben respetar la norma de ocho horas sin beber antes del vuelo (from bottle to throttle). El nivel en aviación es la mitad del límite legal permitido para conductores en carretera: 0,08%.

En 2018 la FAA hizo 12.500 tests aleatorios de alcohol a tripulantes de vuelo. Diez de ellos dieron positivo.